Nosotras las mujeres, cuando le buscamos
un sentido a nuestra vida, o el camino del
conocimiento, siempre nos identificamos
con uno de los cuatro arquetipos clásicos:
LA VIRGEN, es aquella cuya búsqueda
se da a través de la independencia completa,
y todo lo que aprende es fruto de su capacidad
para afrontar sola los desafíos.
LA MARTIR, descubre en el dolor,
en la entrega y en el sufrimiento una
manera de conocerse a sí misma.
LA SANTA, encuentra en el amor sin límites,
en la capacidad de dar sin pedir nada a
cambio, la verdadera razón de su vida.
LA BRUJA, busca el placer completo e
ilimitado, justificando así su existencia.
* Yo soy, he sido y seré las cuatro al mismo tiempo.
Indudablemente, lo místico siempre me ha fascinado.
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